El último partido de la primera jornada se preveía emocionante: ¿conseguirían los Elfos Silvanos imponer su movilidad o, por el contrario, conseguirían los Vampiros someterlos a su voluntad?
El partido empezó bien para Rho: invasión del campo con 5 elfos aturdidos, por sólo 3 propios. Un vampiro se hizo con el balón y se internó, perfectamente escoltado, en el campo elfo. Un par de turnos muy tensos para el que escribe, que veía casi inevitable el Touchdown. Afortunadamente, los silvanos se conocen por su movilidad, y su entrenador por su suerte, que consiguió salvar la situación cuando le quedaban apenas 3 casillas para llegar, con un afortunado placaje a 1 dado. De ahí, no costó enviar el oval al otro lado del campo, donde se vivió una situación muy parecida, pero con peor suerte para los vampiros, que encajaron su primer Touchdown un par de turnos después.
El resto de la parte se desarrolló como prácticamente la totalidad del partido: el balón en campo vampiro, pero sin un claro dominante en la posesión. En este transcurso, un vampiro se comió a un compañero de su equipo, dejándolo herido, mientras que el árbitro expulsaba a un elfo por intentar hacer una falta a un vampiro (bonito 1+1 a atravesar armadura). Otro par de tiradas afortunadas le dio a los ágiles elfos su segundo Touchdown en el turno 8.
La segunda parte se inició con rápidos movimientos de los elfos, intentando ir a por el tercer tanto, mientras rezaban porque no se le acabara la mala suerte al contrario, que estaba pegando de lo lindo, pero parecía incapaz de traspasar los tatuajes tribales de los elfos (no los conté exactamente, pero Rho igualó la armadura 7 al atravesar no menos de 10 veces). Al final el tercero subió al marcador, pero inevitablemente empezaba a haber inconscientes y algún herido en las filas de los elfos. A todo esto se unió la determinación del entrenador vampiro por demostrar que no estaba ni mucho menos fuera del partido, y, tras ganar un turno por la patada inicial, demostró que los vampiros también saben mover el balón y se inventó una gran jugada que acabó en un esperanzador 3-1.
Al grito de “¡Vamos, que todavía empato!”, redobló sus esfuerzos y pegó, pasó y corrió con renovadas energías, poniendo en serios apuros a la defensa elfa. Estando un vampiro muy bien situado para un sprint hacia la zona de marca, otro compañero no-muerto cogió el balón y se dispuso a pasárselo, a través de varios jugadores, para ponerle todavía más interés al partido. Pero entonces un línea elfo se irguió, intuyó las intenciones del vampiro, y se anticipó, interceptando el balón y ganando la posesión para su equipo. El equipo vampiro, al no esperarse este giro de los acontecimientos, no estaba posicionado para la defensa, lo que se tradujo en 2 turnos en el cuarto Touchdown elfo.
Pero esto no amilanaba a Rho, que, repitiendo la frase “Esto es Blood Bowl en estado puro”, continuó jugando con la actitud de quien va empatado, lo que le dio a todo el partido una gran emoción. Faltaban 3 turnos para acabar, y el marcador favorecía claramente a los elfos, aunque tenían sólo 7 jugadores en el campo, por 10 del vampiro. A pesar de todo, consiguieron colocarse en una situación que se preveía como el posible 5-1 definitivo. Pero la actitud positiva del entrenador vampiro se vio recompensada: tras una pifia de los elfos intentando recoger un balón difícil, y aprovechando otra buena colocación, consiguieron un bonito tanto que hizo que el resultado final fuera un menos abultado 4-2.
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