LOS EXPULSADOS vs Mucho M.A.C.H.O.
Un partido con goblins, motosierras, y norses se esperaba cruento. Y no se equivocaban.
El día era soleado y eso despistó a los Muchachos, que no reaccionaron hasta el turno 5º de la primera parte.
Hasta entonces, un troll se autoplacó recibiendo una dura contusión que mermaría las posibilidades de éxito del pielverde. Un goblin con Sierra anduvo creando problemas pero sin suerte de herir a nadie, ni de ser herido por nadie, hasta el 5º turno, que como digo, enmarcó 2 hazañas legendarias de parte de los musculosos.
La primera de ellas empieza con un Blitz al portador del balón que tras el empuje de rigor del lobo furioso, derriba a un dado y recupera la posesión. A seises. Varios placajes posteriores limpian el perímetro del lobo jugón asegurando un turno de posesión, y varios inconscientes para el banquillo pielverde.
Una vez hecho lo razonable, el segundo de los lobos miró a su entrenador dudoso. Esquivar al fanático con 4+ o pegarle a dos dados en contra SIN placar. ¿Por qué se cantan gestas? Por jugadas alocadas como la que el segundo lobo, Chick Norris, el primo guapo de Chuck, ejecutó con plausible resultado.
Golpea a dos dados en contra, [hacha, empuje], y después del empuje [hacha, esquivar/hostia]. Fanático inconsciente fuera del partido. Epic win! Auuuuuuuuuuuuuh!!!!
La magia estaba en el aire. Los chicos ya habían calentado y se esmeraban en el arte del bofetón mandando a goblins al banquillo cuando no era boca abajo. Una vez estaba la bola asegurada, los chicos se esmeraron golpeando a los blanditos goblins con auténtica fruición, hasta llegar el inevitable turno de marcar.
El turno de castigo no ponía muchas trabas al equipo norse, y salieron los 4 inconscientes, sin duda recreados por el espectáculo generado en la segunda mitad de la primera parte.
La magia no se acababa, y la segunda parte empezaba con una anticipación para los chicos, que insistían en devolver al banquillo a todo lo que encontraran que no oliera a Brummel, la colonia oficial de los muchachos.
Un avance en caja sin mucho ruido llevó el marcador al 0-2. El tercer turno pesa al jugador troll de los pieles verdes, y con hambre, devora a un compañero ante la vista atónita de contrincantes y árbitros por igual. El balón cae a los pies de la primera línea norse. Sonríen y se golpean los pectorales en su baile semi erótico, brillante de aceite de Coco, y recuperan el balón, Sylvester pasa y llega el ensayo tras no pocas hostias propiciadas con elegancia, y agallas.
Así que llegaba el 0-3 para un turno 7 de magia goblin. El pogo llega donde ha caído el oval y.. se le cae. Magnífico, Crhistian Bala, corredor de casta y raza, propina un rápido crochèt al pogo recupera el balón y se aleja de la zona de influencia del equipo local.
Un rugido ponía fin al partido con un inesperado 0-4 por parte de los chicos, que se iban a casa con un abultado resultado en experiencia y ensayos.
Se me olvidaba añadir alguna actuación estelar del bombardero goblin, que se autobombardeó con re-roll, y luego que aserró hasta la muerte a dos de mis chicos.
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